Computación en la Nube (Cloud Computing)

Introducción

La Computación en la Nube o informática en la nube, del inglés “Cloud Computing”,  es un tipo de tecnología informática (TI) que permite ofrecer servicios de computación a través de Internet. La «nube» es una metáfora de Internet. En este paradigma todo lo que puede ofrecer un sistema informático se ofrece como servicio tanto de hardware como de software.

Un usuario que utilice esta tecnología no necesita de conocimientos y experticias técnicas en la gestión de los recursos del sistema informático.

Computación en la Nube es un nuevo modelo de prestación de servicios informáticos de negocio y de tecnología, que permite al usuario final acceder a un catálogo de servicios estandarizados y responder a las necesidades de su negocio, de forma flexible y adaptativa, en caso de demandas no previsibles o de picos de trabajo, pagando únicamente por el consumo efectuado.

El cambio paradigmático que ofrece la Computación en la Nube es que permite aumentar el número de servicios basados en la web. Esto genera beneficios tanto para los proveedores, que pueden ofrecer, de forma más rápida y eficiente, un mayor número de servicios informáticos, como para los usuarios que tienen la posibilidad de acceder a ellos, disfrutando de la transparencia e inmediatez del sistema informático, una infraestructura mínima y de un modelo de pago por consumo. La Computación en la Nube consigue aportar estas ventajas, apoyándose sobre una infraestructura tecnológica dinámica que se caracteriza, entre otros factores, por un alto grado de automatización, una rápida movilización de los recursos, una elevada capacidad de adaptación para atender a una demanda variable, así como virtualización avanzada y un precio flexible en función del consumo realizado.

Esta nueva tendencia tecnológica es un concepto surgido de la necesidad de satisfacer el desplazamiento a servidores en Internet de todas las aplicaciones software y todos los documentos que el usuario utiliza diariamente para su labor, con el objetivo de que el mismo pueda disponer de dichos elementos en el momento que los necesite y desde cualquier lugar.

Definición

1. Según el IEEE Computer Society, es un paradigma en el que la información se almacena de manera permanente en servidores en Internet y se envía a cachés temporales de cliente, lo que incluye equipos de escritorio, centros de ocio, portátiles, etc. Esto se debe a que, pese a que las capacidades de los PC han mejorado sustancialmente, gran parte de su potencia se desaprovecha, al ser máquinas de propósito general.

2. Arquitectura consistente en un conjunto de recursos de una organización situados fuera de ella, los cuales son proporcionados por un proveedor externo de servicios informáticos y que están soportados y son compartidos a través de Internet.

Características de los tipos de Nube

Básicamente existen tres formas fundamentales de implementación de Cloud Computing: Nube Pública, Nube Privada y Nube Híbrida.

Cloud Público

La denominación de Cloud Público o Nube Pública hace referencia al modelo estándar de Cloud Computing, en donde el prestador de estos servicios pone a disposición de cualquier usuario en Internet su infraestructura, es decir, permite al usuario el uso de su software y/o hardware en forma libre o mediante el pago de una suma de dinero por el tiempo de uso de los mismos.

Las nubes públicas la manejan terceras partes, y los trabajos de muchos clientes diferentes pueden estar mezclados en los servidores, los sistemas de almacenamiento y otras infraestructuras de la nube. Los usuarios finales no conocen qué trabajos de otros clientes pueden estar corriendo en el mismo servidor, red, discos como los suyos propios.

Cloud Privado

Actualmente existe una tendencia muy fuerte en grandes empresas a la implementación, dentro de su misma estructura y mediante la utilización de la propia red privada de la compañía, de los llamados Clouds Privados, que empleando los mismos preceptos que el Cloud Computing tradicional, ofrecen los mismos servicios pero, como se menciona, en la propia estructura de la compañía, con las obvias ventajas que ello representa.

Poner en funcionamiento un sistema de estas características es una de las mejores opciones que una empresa o compañía grande puede optar, ya que ofrecen una excelente capacidad para resguardo de información.

Este tipo de implementación le permite a la empresa ser propietaria de los servidores y hardware asociado, pudiendo de esta manera controlar o limitar también el uso de los mismos a determinados usuarios de la infraestructura.

Además brinda al operador la posibilidad de controlar, a su entera demanda, las aplicaciones software que requiere en el momento y lugar adecuado.

Las nubes privadas son una buena opción para las compañías que necesitan alta protección de datos y ediciones a nivel de servicio. Las nubes privadas están en una infraestructura en-demanda manejada por un solo cliente que controla qué aplicaciones software deben ejecutarse y dónde. Son propietarios del servidor, red, y disco y pueden decidir qué usuarios están autorizados a utilizar la infraestructura.

Cloud Híbrido

El tercer concepto es el llamado Cloud o Nube Híbrido, que en realidad es una combinación de las mejores características de ambos modelos antes mencionados: la Nube Pública y la Privada.

Usted es propietario de unas partes (privada) y comparte otras (pública), aunque de una manera controlada. Las nubes híbridas ofrecen la promesa del escalado aprovisionado externamente, en-demanda, pero añaden la complejidad de determinar cómo distribuir las aplicaciones software a través de estos ambientes diferentes. Las empresas pueden sentir cierta atracción por la promesa de una nube híbrida, pero esta opción, al menos inicialmente, estará probablemente reservada a aplicaciones software simples sin condicionantes, que no requieran de ninguna sincronización o necesiten bases de datos complejas.

Beneficios y Ventajas

– Prestación de servicios a nivel mundial: información más rápida y precisa.

Como no es necesario esperar al día siguiente para procesar la información, la toma de decisión puede ser más rápida, ya que hoy la competencia es mayor y consecuentemente la exigencia del cliente también lo es, por lo tanto es necesario conocer cada detalle de la información para tomar una decisión antes que sea demasiado tarde.
Las infraestructuras de Cloud Computing proporcionan mayor capacidad de adaptación, recuperación de desastres completa y reducción al mínimo de los tiempos de inactividad.

– Portabilidad.

Si el sistema online tiene un entorno web, puede obtener información gerencial desde su smartphone, notebook con módem 3g, o cualquier otro dispositivo portátil en cualquier lugar del mundo, a cualquier hora.

– Control de costos: implementación más rápida y con menor costo.

No es necesario hacer altas inversiones en infraestructura. Generalmente las organizaciones que tienen este tipo de soluciones online hospedan todas la aplicaciones software en un Data Center.
Podrá empezar a trabajar muy rápidamente gracias a una infraestructura de Cloud Computing. No tendrá que volver a esperar meses o años e invertir grandes cantidades de dinero antes de que un usuario inicie sesión en su nueva solución. Sus aplicaciones en tecnología de Cloud Computing estarán disponibles en cuestión de semanas o meses, incluso con un nivel considerable de personalización o integración.

– Integración.

Cuando se dispone de una herramienta web, siempre es más fácil que el proveedor del software pueda dar soporte, sin necesidad de desplazamiento hasta la organización, e incluso cuando sea el momento de hacer una actualización de versión, pues toda la aplicación está al alcance de quién pueda ayudar cuando sea necesario.
Facilita también la integración con herramientas de venta por internet, como B2C (tienda virtual) o incluso un portal de pedidos, donde los clientes o distribuidores pueden ingresar sus pedidos de compra, el cual ingresará directamente al sistema.

– Seguridad.

Un Data Center suele ser un lugar seguro donde guardar información. Proveen altos niveles de seguridad como: firewall físico, lógico, certificados de seguridad, datos criptografiados, backup en lugar seguro, seguimiento 24h, y más.

– Actualizaciones automáticas que no afectan negativamente a los recursos de TI.

Si se actualiza a la última versión de la aplicación software, se verá obligado a dedicar tiempo y recursos a volver a crear personalizaciones e integraciones. La tecnología de Cloud Computing no le obliga a decidir entre actualizar y conservar su trabajo, porque esas personalizaciones e integraciones se conservan automáticamente durante la actualización.

– Contribuye al uso eficiente de la energía.

En este caso, a la energía requerida para el funcionamiento de la infraestructura. En los datacenters tradicionales, los servidores consumen mucha más energía de la requerida realmente. En cambio, en las nubes, la energía consumida es sólo la necesaria, reduciendo notablemente el desperdicio.

Riesgos e Inconvenientes

– Los peligros del Cloud Computing.

Como toda idea de externalización, dejar en manos de terceros sistemas informáticos, aplicaciones software o servicios informáticos que son vitales para el funcionamiento de un negocio, los ahorros de costes se perfilan quizá como la ventaja más evidente. Pero, al mismo tiempo, la seguridad se asoma como el mayor riesgo que hay que encarar. Algo que no es ajeno al modelo de informática en la nube.

Así pues, algunos expertos en la materia recomiendan, sobre todo, no olvidarse de algunas cuestiones que, en su opinión, pasan a segundo plano cuando los usuarios se decantan por aprovechar la informática en la nube.

Por ejemplo, a ningún responsable y/o directivo se le pasaría por alto un sistema de recuperación ante fallos cuando se está instalando, actualizando o revisando su arquitectura interna. Y, sin embargo, no estudia con detenimiento esta partida cuando optan por el Cloud Computing. Además, a ningún responsable se le pasaría por alto establecer algunos límites en el uso de tecnologías cloud, sopesando los pros y los contras de cada uno de los servicios o aplicaciones que se pretenden implementar en la nube, sobre todo cuando hay muchos datos privados que se dejan en manos de terceros. En algunos casos, esto obligará a ceder en parte el control y la gestión de los mismos, es decir a compartirlos a hacerlos públicos. Algo que puede redundar en una mejora de los costes, pero también en un incremento de los riesgos. Por ello, es interesante valorar y sopesar cada caso concreto. Se recomienda la consideración de que en todas estas situaciones la decisión sobre si el riesgo merece la pena habrá de ser tomada conjuntamente por los responsables de TI y los ejecutivos de otros departamentos.